domingo, 3 de abril de 2011

Mi vida no es la otr@s.

Lo he dado todo por ti,
he puesto mis manos al fuego por ti
y tu ni me miras.

He soportado tus mentiras
y he mentido por ti.

He ocultado las verdades
y suprimido lo real
solo para no verte llorar.

He intentado protegerte de lo que sé que te lastimaría
y recibido azotes que se marcan en mi piel
solo para no ver las cicatrices en la tuya.
Te he consolado mientras he podido
y me he inmiscuido en tu vida de a poco,
atenta a cualquier problema que pueda surgir y tu no logres corregir.

Aprendí que no debía ser tan sobreprotectora,
después de todo,
no soy tu madre.
Te deje ir y valerte por ti misma.
Te solté e hice como que me olvidé de ti.
Poco a poco aprendiste a defenderte,
pero no solo del mundo ajeno,
sino que tambien de la familia.

Nunca fuiste ni creo que serás capaz de valerte por ti misma,
completamente sola.
Y en parte, creo que eso no es totalmente malo
porque siempre en agradable tener una persona a tu lado, apoyándote.

Me dolió cuando me apartaste de tu vida.
Poco a poco lo asimilé.
Después solo me buscaste para corregir tus problemas, mentir por ti y hacer trampas.
En algún momento mientras crecimos se perdió la amistad,
que paso a ser una conviviencia obligada.

Comenzamos a pelear a diario,
por lo general estupideces,
pero es verdad que me cancé de esto.
Por ser mayor siempre soporté el peso de las dos,
aunque también debo admitir que lo hacía porque quería.

Cuando dejé de hacerlo,
de bajar la cabeza para evitar confrontaciones,
de permitir un trato desigual
y de sobrellevar una vida encajonada como la "madre sustituta en ausencia de la real"
caí en cuenta de todo el peso que yo misma había cargado en mis hombros.

"Es más pequeña", "ten paciencia", "es por madurez" me decían.
"por algo son diferentes" y es verdad.
Dos lados opuestos de una misma manera.
Es cierto que se complementan pero a la vez se repelen.

Ya no lo soporté
y lo único que he provocado con esta "revelión" (si esque se puede llamar así)
son mas confrontaciones, peleas y castigos.
Pero no estoy dispuesta a seguir cargando los pesos de otros,
y mucho menos sus problemas.

Mi vida no es la de otros.

Aunque si bien en la realidad, no sé si quiera hablar de ésto.
Si lo leen y me conocen,
no me hablen de este tema
no sé por qué es tan doloroso.

2 comentarios:

  1. Una batalla difícil, cuando otros se aprovechan de uno.. Luego viene los reproches.. Amistad por conveniencia, cuanto duele eso...
    besos de brujilla

    ResponderEliminar
  2. Creo que puedo entender por lo que pasas. El cariño hacia una persona muchas veces es mayor a cualquier problema o conflicto que puedas tener con ella, pero también es necesario entender que hay cosas con las que simplemente no podemos cargar y que no nos corresponde hacerlo. Me parece muy bien que hayas tomado la decisión de dejarla "madurar" por así decirlo.

    ¡Besitos!

    ResponderEliminar