martes, 27 de diciembre de 2011

Tonterias que rompen mi cuadro de felicidad


Por qué no podemos ser todas como las modelos de revistas?
Por qué no somos delgadas, esbeltas, altas y bonitas?
Fácil.
Porque en la realidad somos todas diferentes y como sociedad hemos contribuido en la fabricación de estos estereotipos que no son más que fantasías de perfección que encierran tanto a mujeres como a hombres en un cuadro en donde por obligación acaban sintiéndose incómodos con sus cuerpos e incluso desprecíandose a sí mismos.
Todo por un estereotipo.

Lo más curioso es que aún siendo consciente de ello,
yo también me siento así.
Mi cuadro de vida perfecta,
el que llevo viviendo desde que conocí a cierta persona que ocupa mi corazón,
se destrozó apenas entré a aquella tienda,
o mejor dicho,
cuando me hice la ilusión de poder comprar prendas a mi antojo,
pensando que el espejo me devolvería una imagen,
si bien no espectacular,
sentadora y agradable.
Pero no fue así.
De todo lo que me prové en aquellas horas,
nada me gustó y por eso sentí nuevamente aquella decepción.

Sí, ok, tal vez exagero un poco.
Pero no saben lo que siente cuando tras horas de probar y probar,
nada te queda bueno y lo que te queda, no te gusta.
Definitivamente, la próxima vez que me anime a comprar ropa, iré sola y dispuesta a estar todo el dia en las tiendas.

Sin embargo, lo más curioso,
es que apenas un simple mensaje de esa persona,
un "llámame cuando puedas" seguido de un "te amo muchoooo",
puede borrar aquel sentimiento depresivo de mi interior,
reemplazar la linea clara en las facciones que forma aversión
por una sonrisa sincera, tonta, enamorada.
Borrando todo lo malo que ha pasado en el día y devolviéndome,
reconstruyendo el cuadro de felicidad eterna,
la unica pieza faltante es su presencia,
sus brazos alrededor mi cuerpo.